¿Cómo realizar un análisis de la competencia?

Cuando estamos a punto de emprender una idea de negocio, una de las primeras cosas en la que debemos fijarnos es en el mercado al cual queremos ingresar. Esto se traduce en un análisis de elementos como las dinámicas de demanda, los hábitos de consumo, los precios de los productos y, por supuesto, nuestros competidores.

Dentro de ellos, el análisis de competencia es uno de los más importantes, pues de él depende en buena medida las opciones reales que tenemos de incursionar en dicho mercado y, por consiguiente, de posicionarnos.

Para cualquier empresa es fundamental saber con cuáles marcas va a competir, bajo qué dinámicas y en qué condiciones. Aunque no es recomendable diseñar nuestras estrategias de mercado con base en la competencia, sin duda alguna es una referencia que no podemos dejar de mirar, aunque sea de reojo.

Pasos básicos para un análisis de la competencia

¿Espionaje? ¿Tácticas de seguimiento secreto? No hay que llegar a ese extremo para realizar un buen análisis de la competencia que opera en nuestro mercado. De hecho, es una labor sencilla que podemos realizar siguiendo estos pasos:

1) Objetivos del análisis:

Así como en las pelis de espionaje nadie sigue a otra persona porque sí, aquí pasa un poco lo mismo. Debes definir el objetivo del análisis de la competencia: la identificación de sus puntos débiles, conocerles mejor, identificar nuevos oportunidades de negocio o detectar preferencias de los clientes, entre otros.

2) Tipo de información:

Una vez hayas hecho esto, lo siguiente es definir el tipo de información que te interesa. No hay que saberlo todo sobre tus competidores. Los datos recolectados tienen que ser concretos e ir orientados en un solo sentido.

3) Recolección de la información:

La observación es la mejor técnica en un análisis de la competencia. Puedes visitar sus locales o tiendas e incluso charlar con algunos de los proveedores o distribuidores que trabajan para ellos. Si quieres información más detallada, por ejemplo sobre los beneficios de sus productos, quizá las encuestas y las entrevistas te sean de utilidad. En cualquier caso, no te satures; depura la información hasta que logres tus objetivos.

4) Toma de decisiones:

Con base en la información que has recolectado, toma decisiones. Ojo, no se trata de hacer lo mismo que han hecho tus competidores. Puedes implementar una estrategia de benchmarking, es decir, adaptar ideas de éxito a tu negocio. O puedes, también, mejorar algunos aspectos en los que el resto de marcas muestren debilidades, como por ejemplo en los productos o en el diseño. Sea como sea, el objetivo es que la información te sirva de ayuda para generar una ventaja competitiva.

5) Seguimiento y monitoreo:

Aun cuando las decisiones que tomes sean acertadas y finalmente logres sacar ventaja frente al resto de marcas, no dejes de prestar atención a este aspecto. Los mercados actuales son altamente competitivos no sólo por la innovación, sino también porque las marcas están al tanto de los movimientos de sus rivales. O dicho de otra manera, es un proceso que no acaba nunca.

Ahora que ya conoces los pasos básicos de un análisis de la competencia, pon en marcha el tuyo. Recuerda, trata de ser lo más preciso posible… Ah, y claro: si alguna vez llegaste a contemplar ideas de espionaje militar o algo por el estilo, desiste de ellas. No hacen falta; el análisis es relativamente sencillo.

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